Elon Musk confirmó que deja el gobierno de Trump para ocuparse de sus empresas, en especial Tesla que se enfrenta una estrepitosa caída de ventas desde que llegó a la Casa Blanca.

En una entrevista con «CBS Sunday Morning», Musk expresó su preocupación por el proyecto de Trump que incluye billones de dólares en recortes de impuestos y un gran impulso al gasto militar , financiado en parte por reformas a los programas federales de salud y nutrición y recortes a los programas energéticos.

La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el proyecto de ley agregará otros US$ 3,8 billones al déficit de Estados Unidos. La semana pasada, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto por un estrecho margen y ahora se dirige al Senado, donde probablemente enfrentará cambios.

Las ganancias de Tesla se desploman y crecen las versiones de salida de Musk 

Para Musk, esta iniciativa podría aumentar el déficit presupuestario de EEUU y «socavar el Departamento de Eficiencia Gubernamental» (DOGE), su criatura para terminar con el monumental déficit de Estados Unidos, que apenas tres meses de creada, terminó en un histórico fracaso y dejando como saldo la destrucción de la imagen pública de Musk.

Su inexperto equipo se chocó de frente con la realidad y las leyes. Publicaron reportes con data inexacta y gruesos errores que le quitaron credibilidad, y avanzaron brutalmente con recorte de programas que de hecho no tenían costo fiscal, entre otras torpezas memorables. Además los jueces bloquearon muchas de sus iniciativas porque violaban la ley.

Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario, no solo lo reduce, y socava el trabajo que está realizando el equipo de DOGE. Creo que un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas

«Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario, no solo lo reduce, y socava el trabajo que está realizando el equipo de DOGE. Creo que un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas», afirmó el ahora ex funcionario, que logró en su paso por el gobierno cerrar jugosos contratos con la Nasa y la Fuerza Aérea para su compañía Space X.

Musk en la campaña de Trump, cuando era un porrista del republicano.

AP

La relación de Musk con Trump se fue desgastando con el tiempo. La excesiva centralidad del dueño de Tesla en decisiones de Estado y reuniones de alto nivel generó una crisis interna con funcionarios claves de la Administración Republicana como Marco Rubio.

El Secretario de Estado ganó terreno con la caída de Maurice Claver Carone y la salida de Mike Waltz como consejero de Seguridad Nacional, área que Rubio terminó absorbiendo.

Como adelantó LPO, el diagnóstico que escucharon senadores mexicanos que viajaron a Washington: «Marco Rubio es el secretario de Estado más poderoso en años, controla la diplomacia, funge como consejero de Seguridad de la Casa Blanca, ejerce los recursos de cooperación del USAID y hasta le ganó la batalla a (Elon) Musk, que está prácticamente afuera».

El mensaje provenía de un diplomático de larga trayectoria en la capital estadounidense que muestra como queda el reparto de poder interno en este momento del gobierno de Trump.

En su accidentado paso por Washington, Musk no logró domar a la política ni el déficit y sus ambiciosas promesas de usar la inteligencia artificial para implementar un revolucionario y eficiente plan del gasto del Estado, se estrellaron contra la pared.

Fuente: La Política Online