Ámbito reveló que las bandas criminales apelaron a las Sociedades por Acciones Simplificadas para lavar dinero, incluso desde la cárcel.
Fuentes de la Inspección General de Justicia (IGJ) confirmaron a Ámbito que “el 98% de las SAS de la Ciudad de Buenos Aires no lleva los libros que exige la ley, mientras que el 62% no lleva ningún libro”. En concreto, no tienen registros contables, por lo que “no quedan rastros de su operatoria”. La compulsa de la IGJ se hizo extensiva a controles presenciales. El resultado fue que “en un porcentaje superior al 90% en que se fue a verificar las sedes sociales, el domicilio era falso o inexistente”.
Con jurisdicción exclusiva en la Capital Federal, el organismo que conduce Ricardo Nissen endureció los controles. Para extender el efecto a nivel nacional, el bloque oficialista presentó un proyecto de ley de reforma de las SAS en el Congreso. La iniciativa obtuvo rápidamente la media sanción en el Senado, pero como fue bloqueada por la oposición en Diputados esta semana perdió estado parlamentario.
Fuente: Ámbito



