Un grupo de funcionarios encabezado por Gabriel Rubinstein viajó a Estado Unidos a negociar con el FMI. Esto debería traer cerrado para que la misión haya sido un éxito
Y anticipa que, en ese marco, el viaje fue escenario para que se comenzara a evaluar también el panorama y las proyecciones de cara a las negociaciones de la próxima revisión y los objetivos del programa para 2023.
¿Massa hizo la tarea?: así cerrará en año con el FMI
Todo indica que este año cerrará sin incumplimientos con el FMI y la reedición del dólar soja que se implementó esta semana es un gran garante de eso porque permitirá, por un lado, sumar u$s3.000 millones de reservas al BCRA y, por el otro, aumentar la recaudación prevista y acercarse a la meta de déficit fiscal del 2,5%.
De hecho, muchos analistas en la City sostienen que el verdadero fin de este programa es captar pesos para el fisco y no tanto, dólares para el Central como todos piensas.
Al parecer, el equipo económico logrará salir airoso de este viaje ya que pareciera que este año cerrará sin incumplimientos con el FMI. Y es que, tal como detalla Val, “desde Economía, se continuaron tomando medidas en el sentido estipulado en el acuerdo», tales como:
- avanzar en la reducción del déficit,
- cortar el financiamiento al Tesoro por parte del Banco Central (BCRA), lo que redundó en un ajuste del gasto
- y la acumulación de reservas del BCRA.
“Este último punto es el que más dificultades genera para el equipo económico y, de hecho, pensando en esa dificultad se resolvió la redición del dólar soja, se acordó la libre disponibilidad de parte del swap con China y gestionaron el ingreso de fondos comprometidos por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)”, describe.
Esas acciones que llevó adelante el Gobierno permitirían cerrar el 2022 con “lo justo” y, en ese marco, se comenzó a evaluar también el panorama y las proyecciones de cara a las negociaciones de la próxima revisión y los objetivos para 2023. Todo indicaría que la Argentina debe obedecer por el elevado monto de la deuda que mantiene con el Fondo, pero Val considera nuestro país tiene algún elemento a su favor en esta negociación: el hecho ser el principal deudor del Fondo.
La paradoja de ser el principal deudor del FMI
Suena paradojal, es cierto, pero sucede que, según su visión, el hecho de que Argentina sea el principal deudor del Fondo no es solo un problema para la Argentina, sino que también lo es para su contraparte. En este sentido, fuentes cercanas a las negociaciones revelan que, “si bien el Gobierno tiene bien claro que la asistencia del FMI es fundamental para sostener las expectativas de un sendero posible de relativa estabilidad en una economía muy golpeada y volátil, también continúa presionando sobre el organismo para mejorar su posición”.
Así, en las negociaciones, el Gobierno viene reclamando en reiteradas ocasiones sobre los sobrecargos que se aplican a la deuda, punto en el que obtuvo apoyos en la reciente reunión del G20 y poniendo en evidencia la incidencia de los acontecimientos externos, como la guerra en Ucrania, sobre los resultados económicos obtenidos.
Con estas cartas sobre la mesa, más allá de los resultados que logre la misión encabezada por Rubinstein esta semana, Val prevé que “ambas partes deberán ver cómo juegan el año que viene: el Gobierno viendo qué márgenes de maniobra puede abrir en un contexto que se espera muy difícil para tratar de cumplir y el Fondo, tratando de mantener el mandato de sus principales accionistas y sostener los lineamientos del programa, teniendo en cuenta las particularidades de la situación argentina”.
En definitiva, todo indicaría que, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un año electoral en Argentina, la dimensión política de las negociaciones será central en 2023, que estará cargado de tensiones y no será un período fácil para la nuestro país.
Fuente: Ámbito





