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El mensaje de la Unión Europea a Donald Trump: «Tenemos el poder para contraatacar»

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lanzó una dura advertencia a Donald Trump por los aranceles. Bruselas ya tiene listas sus contramedidas.

Europa decidió dejar en claro que no se quedará de brazos cruzados ante la amenaza de Donald Trump. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró este martes que la Unión Europea tiene «el poder para contraatacar» ante la nueva ofensiva comercial de Trump, quien planea imponer aranceles globales desde este miércoles. 

Lejos de quedarse en la diplomacia tibia, la líder del Ejecutivo comunitario advirtió que Bruselas tiene «un plan sólido» y contramedidas listas para defenderse de lo que definió como “un error” de Washington.

Aunque la UE sigue apostando por una «solución negociada», Von der Leyen dejó claro que, si es necesario, responderán con firmeza. «Protegeremos nuestros intereses, a nuestra gente, a nuestras empresas», enfatizó durante su intervención en el Parlamento Europeo. El mensaje no deja lugar a dudas: Europa no está dispuesta a permitir que la estrategia proteccionista de Trump pase sin consecuencias.

Un conflicto anunciado

Las declaraciones de Von der Leyen llegan en un contexto de creciente malestar en el bloque comunitario. «Muchos europeos se sienten profundamente desalentados por los anuncios provenientes de Estados Unidos«, afirmó, antes de recordar que «Europa no ha iniciado este enfrentamiento». Sin embargo, la paciencia tiene un límite y, según la funcionaria, la UE tiene todas las herramientas necesarias para proteger su economía.

El bloque ya anunció represalias contra exportaciones estadounidenses por 26.000 millones de euros, que podrían activarse desde mediados de abril. Un «pequeño recordatorio» de que la guerra comercial no es un deporte de un solo jugador.

Mientras tanto, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, sumó leña al fuego al afirmar que la mejor manera de defender la relación transatlántica es fortaleciendo la defensa propia. En otras palabras, Europa no solo se prepara para la batalla comercial, sino que también refuerza su autonomía militar.

Apoyos, rechazos y el factor Trump

Las declaraciones de Von der Leyen recibieron el respaldo de los principales bloques políticos del Parlamento Europeo, aunque no sin matices. Desde el Partido Popular Europeo hasta los socialdemócratas, pasando por liberales y verdes, apoyaron la postura firme ante Trump. Sin embargo, la extrema derecha y la Izquierda Europea rechazaron la estrategia, con posturas que iban desde la crítica a los gastos militares hasta la retórica antiinmigración.

El presidente del PPE, Manfred Weber, no dudó en ironizar sobre la fecha elegida por Trump para la aplicación de los aranceles, bautizada por el magnate como «día de la liberación». «El 2 de abril no es un día de la liberación, es un día de resentimiento», sentenció. En tanto, otros líderes europeos ven en esta escalada una oportunidad para fortalecer la autonomía comercial del bloque, con el acuerdo UE-Mercosur como bandera de resistencia al proteccionismo estadounidense.

Desde los Verdes, la copresidenta Terry Reintke advirtió que la UE debe mantenerse «unida y firme» ante los embates de Trump y Putin, mientras que la socialdemócrata Iratxe García fue aún más lejos: «Nuestra Unión está bajo asedio».

Los aranceles de la discordia

El presidente estadounidense anunció un aumento del 25% en los aranceles sobre acero, aluminio, automóviles y componentes para coches, pero no piensa detenerse ahí. En la mira están también los semiconductores, los productos farmacéuticos y la madera. Y como si esto fuera poco, este miércoles lanzará su ofensiva final con lo que bautizó como «aranceles recíprocos», que impactarán en casi todos los productos importados de países con impuestos aduaneros sobre bienes y servicios estadounidenses.

El presidente, fiel a su estilo, llegó incluso a considerar el IVA europeo como un «arancel encubierto», una afirmación que Bruselas despachó con una mezcla de indignación y sorna, calificándola de «absurda».

Más allá de la retórica belicosa, la realidad económica sugiere que la ofensiva de Trump no tiene demasiado sentido: el comercio entre EE.UU. y la UE mueve 1,7 billones de dólares al año, y el déficit comercial de Washington con Bruselas es de apenas 50.000 millones.

Fuente: BAE Negocios