Solo el 25% de las importaciones se explica por la formación bruta de capital fijo, es decir maquinaria y transporte para la industria, y el resto corresponde a consumo

Fuertemente impulsado por el pago de servicios del turismo al exterior, las importaciones ya representan el 25% del total de la demanda local de bienes y servicios. Con USD25.825 millones netos, las importaciones alcanzaron a lo largo del primer trimestre un pico histórico y ya representan un cuarto del total de la oferta global de todos los bienes y servicios que se consumen en el país.

Estos datos, elaborados en base a la balanza de pagos de las cuentas nacionales que publica el INDEC, fueron proporcionados a BAE Negocios por el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, integrado por docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Rosario, quienes en su último Informe de Coyuntura especificaron que solo el 25% de estas importaciones se explica por la formación bruta de capital fijo, es decir maquinaria y transporte para la industria, pues cerca del 75% corresponde a bienes de consumo, el cual incluye un rubro que justifica gran parte de estas erogaciones, como son los servicios por turismo al exterior.

De hecho, la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) acotó en un reciente documento que la situación del turismo en el exterior es «particularmente grave» debido a que durante los primeros cinco meses del año demandó USD4.500 millones fue un 50% superior a la oferta que genera «el importante superávit energético que registra nuestro país», añadiendo que «el turismo registró en mayo un déficit que ascendió a USD1.000 millones, el máximo valor del que se tenga registro para ese mes».

De acuerdo con lo datos del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, el cuadro reviste una complejidad adicional si se tiene en cuenta que estas importaciones son mayores incluso a las de 2015 y de 2023, cuando «el dólar era casi igual de barato pero había más actividad industrial y mayores ingresos salariales». Incluso agregan que las importaciones no solo son mayores que las registradas en el primer trimestre de 2024, cuando la fuerte devaluación del 118% operada en diciembre de 2023 por parte del actual gobierno generó una fuerte restricción de la actividad y de la importación, sino también que las evidenciadas en 2023.

El impacto del Cepo y el Impuesto PAIS

Del trabajo se desprende también que el retiro tanto del «cepo» para las personas como del impuesto PAIS para la adquisición de dólares, presentes alternativamente por aquellos años, posibilitó la aparente paradoja de que las erogaciones de divisas estén en aumento incluso con los actuales ingresos en baja (según el Mirador, los salarios privados se depreciaron 8 puntos desde 2023 y las jubilaciones se contrajeron otros 26), así como también en un contexto de caída industrial.

Al respecto, el economista Diego Kofman señaló: «Este modelo marcha hacia una fuerte devaluación, pero nosotros no somos del club de una devaluación que encarecería los alimentos de los sectores de bajos recursos solo para ahorrar unos USD 2.000 millones por turismo en un trimestre. Lo que planteamos es que a los sectores con poder de consumo en dólares es necesario cobrarles impuestos como el PAIS para encarecer, por ejemplo, las vacaciones en el exterior».

En el mismo sentido, agregó que «Argentina no puede tener un único tipo de cambio. Ni alto ni medio ni bajo, Argentina requiere más de un tipo de cambio y la solución no puede ser la del mercado sino que tiene que ser la del Estado mediante impuestos y restricciones acordes con la situación actual de endeudamiento, mala distribución del ingreso y carencia de dólares para afrontar la elevada demanda de divisas».

Fuente: BAE Negocios