Juicio a la Corte: Marchi sugirió “corrupción” en obra social y deslizó festival de contratos por beneficio a Rosatti
En su segundo capítulo buscó apuntar directo a presidente de la Corte Suprema y vincularlo con irregularidades de su cuarto informe. Reeditó denuncias y sugirió canjes y encubrimiento sobre su principal colaborador.
Hizo un repaso por todas sus denuncias, resumió la declaración ante el juez Ariel Lijo y apuntó a toda la serie de presiones para “desacreditarlo”. Según Marchi, “quedó claro” que en el famoso mail que envió el juez Juan Carlos Maqueda, la “responsabilidad total supervisión 2008 hasta agosto 2021 corrió por su cuenta”. Y agregó: “De ahí a noviembre de 2022 se realizaron mis informes, las recomendaciones y a partir de ahí fue Althabe por orden de Rosatti”. Una definición del exadministrador sobre el director de la obra: estimó que la misma perdió cerca de $2.700 millones por no haber hecho colocaciones en plazos fijos de los excedentes. En esta oportunidad, Marchi -que ya había apuntado a Maqueda por su responsabilidad- ahora incluyó a Rosatti e hizo foco en el cuarto tramo de su informe. Y hubo deslinde de responsabilidad respecto al rol que la Corte ahora le quiere achacar. Dijo que él había informado todas las irregularidades.
Para Marchi, el principal colaborador de Rosatti, Silvio Robles, es “vocero de los tres ministros -excepto Lorenzetti- y es de una gravedad extrema y representa un posible acto de encubrimiento de parte de quienes lo protegen”. Tampoco olvidó de unirlo a denuncias por amenazas. Dirigiéndose a los integrantes de la comisión, el testigo apuntó los cañones a “denunciar el posible otorgamiento de contratos para intentar negociar fallos, que podría convertirse en delito, en función del pedido de contratos del señor Silvio Robles por orden del doctor Rosatti para la Cámara de Casación”. Esos contratos habían sonado en momentos en los que Casación debía intervenir respecto de una investigación contra Rosatti por presunto enriquecimiento ilícito. La Corte había otorgado lugares al juez Diego Barroetaveña por decisión de superintendencia. Casación apartó al juez a pedido de la defensa. A ese punto se refería Marchi. Vale decir que en la Corte se defienden recordando que se otorgaron contratos también bajo el mismo mecanismo al juez Reinaldo Rodríguez que era el juez que iba contra Rosatti.
La devolución sobre Lorenzetti vino de parte del “lilito” Juan Manuel López: el legislador consultó sobre varias empresas, pymes, mutuales y sociedades. Algunas, oriundas de Rafaela. También sobre una fundación Expoterra muy apegada e interesada en el medio ambiente. Muchas de las respuestas apuntaron al “desconozco” o “no conozco”, salvo casos muy puntuales pero desde un punto de lejanía del testigo. El intercambio se empezó a enmarañar cuando López preguntó sobre licitaciones, intervenciones con la firma de Marchi y movimientos de dinero, entre otras cosas, pero el testigo buscó reafirmar que nunca tuvo “ningún tipo de responsabilidad sobre resoluciones de la obra social”.
Un detalle no menor fue la explicación sobre plazos fijos como única opción de inversión. En ese sentido, el exadministrador confió que hasta un 50% del fondo anticíclico podía pasarse a moneda extranjera, pero que siempre se opuso para no padecer un inconveniente sobre un potencial fallo de la Corte. Misma situación para los bonos y Obligaciones Negociables (ON). El mecanismo con los bancos Ciudad y Nación fue, en resumidas cuentas, elegir la mejor tasa. Cerca del final de su segunda exposición, Marchi expresó que el desplazamiento no le dolió por la falta de comunicación -nadie le avisó-, sino debido a que él mismo le había comentado a Rosatti en su última charla -de 2022- que su intención era convertirse en candidato a gobernador de Santa Fe. “Sabía que me podía retirar, por lo que no había necesidad de enchastre, si no tenía ninguna intención de quedarme atado al cargo”, sostuvo.
La primera expositora fue la jueza federal Martina Forns, quien criticó en duros términos a la obra social “por sentirse abandonada”. En esta línea, contó que su marido contrajo coronavirus en abril de 2021 -dos meses y medio después, murió- y vivió un calvario entre el paseo de centros médicos, la desaparición de la obra social -en realidad, después le cubrió todo- y la falta de comunicación que nunca llegó a tener con Maqueda.
“Todos sabíamos que era el encargado de la obra social y era el único que podía hablar con Aldo Tonón”, aseveró Forns .
Fuente: Ámbito





