La región señala que sus reservas de gas y las medidas de ahorro reducen el impacto que puede tener el cierre del gasoducto ruso que alimenta a Europa.
Este viernes, el proveedora estatal de gas ruso Gazprom anunció el cierre indefinido del gasoducto Nord Stream 1, que conecta Rusia con el norte de Alemania. La compañía ya había suspendido la provisión de gas al continente para realizar un mantenimiento del ducto que, en principio, reestablecería su servicio este sábado. Sin embargo, este viernes señalaron que hay problemas técnicos que imposibilitan su reapertura.
En paralelo, el G7 apoyó fijar un precio máximo para el petróleo ruso con el argumento de dejar de financiar la invasión de ese país a Ucrania y restarle volatilidad a los precios internacionales, que esta semana retrocedieron luego de haber tocado máximos desde el comienzo de la guerra.
Gentiloni destacó este sábado que en la Unión Europea «las reservas de gas están en alrededor del 80%, gracias a la diversificación de los suministros», aunque la situación varía en cada país. El objetivo, abundó, es «proseguir la estrategia de una Europa unida que trabaja contra la invasión de Ucrania empleando el arma económica».
Fuente: Ámbito





