El ejecutivo anunciará una reforma que afectará a 120.000 beneficiarios del ingreso universal en medio de la crisis de costo de vida.
«Se pedirá a los beneficiarios que trabajan menos de 15 horas y perciben el salario mínimo de subsistencia («living wage») que tengan entrevistas regulares con sus consejeros laborales y adopten medidas para aumentar sus ingresos, o verán sus ayudas sociales reducidas» detalla el texto.
«Dado que hay más de 1,2 millones de empleos vacantes en Reino Unido, los consejeros laborales («work coach») van a fijar claras expectativas a los beneficiarios y garantizar que respetan sus compromisos», que pueden incluir el hecho de «ser candidato a un empleo, o participar en entrevistas de ofertas de empleo» añade el Tesoro,
Aunque el desempleo «está en su nivel más bajo en Reino Unido en 50 años, el elevado índice de empleos no cubiertos y la tasa de inactividad limitan el crecimiento» comentó el ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng.
El impopular anuncio del ejecutivo de Liz Truss, a contramano con la línea de trabajo de su predecesor Boris Johnson, contrarresta la medida que dispuso, hace dos semanas, de congelar por dos años las tarifas del gas y la electricidad para los hogares de Reino Unido.
Ayer, anunció un beneficio similar para las empresas aunque por seis meses, algo muy criticado por la oposición laborista. El gobierno argumenta que así se bajarán los costos de producción y, en consecuencia, los costos de vida.
Fuente: Ámbito





