Trump 2.0: la trama detrás de la propuesta de quitarle el flúor al agua potable
Una aparente, inofensiva, propuesta del designado a cargo de la cartera de salud de la próxima administración Trump, parece no ser tan inocua y puede tener serias implicancias económicas. Las grandes empresas involucradas.
Fluoración del agua: un poco de historia
Un poco de historia: el flúor es un mineral natural que se encuentra en el agua, el suelo y el aire, conocido por su capacidad para prevenir la caries dental al fortalecer el esmalte e invertir la caries temprana, la fluoración del agua comunitaria comenzó en 1945 en Grand Rapids (Michigan), donde redujo la caries dental infantil en más de un 60%, lo que supuso un gran éxito de salud pública, en la década de 1950, la fluoración del agua se adoptó ampliamente en EEUU, con el apoyo del Servicio de Salud Pública y la Asociación Dental Americana, lo que llevó a su incorporación a productos dentales como la pasta dentífrica. En la actualidad, alrededor del 63% de los estadounidenses tienen acceso a agua fluorada, con un costo que oscila entre 50 céntimos y 3 dólares por persona por año, dependiendo del tamaño de la comunidad.
Flúor y empresas: las implicancias económicas
Hasta acá parece un tema de salud, pero tiene implicancias económicas y sobre el mercado de valores, porque afecta a algunas empresas. ¿A cuáles? Hay varias compañías que están involucradas con el flúor y que podrían verse afectadas por las (potenciales) futuras decisiones de la administración Trump. Entre ellas, el economista jefe del grupo Mirabaud, John Plassard, destaca a cuatro empresas químicas y tres de productos farmacéuticos. Veamos.
Entre las empresas químicas destaca al grupo belga Solvay que produce fluoroquímicos para aplicaciones industriales y de consumo; y a las estadounidenses Honeywell (que fabrica una gama de productos químicos a base de flúor incluyendo refrigerantes y compuestos industriales); a DuPont (conocida por sus especialidades químicas, incluidos los derivados del flúor); y a Mosaic Company (que produce ácido fluorosilícico, un subproducto de la producción de fertilizantes fosfatados, utilizado para la fluoración del agua). Mientras que entre las empresas de productos farmacéuticos, como ser los compuestos fluorados, como el fluoruro sódico y el fluoruro estanoso, que se fabrican para dentífricos y cuidados dentales, Plassard mencionó a Colgate-Palmolive, Procter & Gamble (Crest) y a GlaxoSmithKline (Sensodyne).
El economista de Mirabaud reconoce que la propuesta de Robert F. Kennedy Jr. de eliminar la fluoración del agua en EEUU desencadenó un gran debate sobre los beneficios y riesgos del flúor para la salud pública, y aunque el flúor ha demostrado su eficacia en la prevención de la caries dental y se considera un gran éxito de salud pública, los críticos señalan sus efectos potencialmente nocivos, aunque poco frecuentes, para la salud. Sin embargo, “una decisión de este tipo podría tener importantes repercusiones económicas, sobre todo en las empresas químicas y farmacéuticas, que dependen del uso del flúor en sus productos”, advierte.
Fuente: Ámbito





